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Ghana Innovation Center

"La arquitectura es un hecho social y se defiende a través del proceso de construcción." – Francis Kéré

Ghana es un país donde el 24,2% de la población vive por debajo del umbral de pobreza. Esta desigualdad se vuelve aún más crítica cuando se observa desde una perspectiva de género: uno de los hombres más ricos de Ghana puede ganar en un mes lo que una de las mujeres más pobres tardaría mil años en acumular. En este contexto, donde la agricultura es la principal fuente de ingresos, surge una oportunidad para repensar la relación entre la tierra, el territorio y las comunidades, no solo desde la producción económica, sino también desde la arquitectura y la planificación del espacio.

El proyecto propuesto busca reducir la brecha económica y social a través de un enfoque basado en la autosuficiencia y la sostenibilidad. Mediante la inversión de la comunidad en la fase de construcción, se generan oportunidades de empleo y aprendizaje, permitiendo a los habitantes apropiarse del proceso y adquirir conocimientos que les brinden autonomía a largo plazo. Este modelo no solo optimiza recursos locales, sino que fortalece la conexión entre las personas y su entorno, promoviendo la valorización de saberes ancestrales y la integración de prácticas tradicionales con tecnología contemporánea.

Desde el punto de vista ecológico, la propuesta parte del respeto y regeneración del paisaje. En lugar de imponer una infraestructura ajena al territorio, la intervención se adapta a sus condiciones naturales, asegurando que los materiales utilizados provengan de fuentes locales y tengan un impacto ambiental mínimo. Se incorporan estrategias como la recolección de agua de niebla, techos verdes y el uso de sistemas pasivos de climatización para reducir la huella ecológica del proyecto.

El diseño urbano también responde a la necesidad de generar espacios más equitativos y accesibles. La reubicación de la calle de carga pesada permite crear un corredor central mayormente peatonal, fomentando el uso del espacio público como un área de interacción y encuentro social. Esta decisión no solo mejora la seguridad y habitabilidad del entorno, sino que también impulsa un modelo de movilidad sostenible, priorizando el transporte público y los desplazamientos no motorizados.

El conjunto arquitectónico se organiza mediante estructuras seriadas que delimitan el espacio y sirven de soporte para la mampostería y los sistemas de captación de agua. Estas estructuras, al estar diseñadas con elementos modulares y materiales locales, garantizan su replicabilidad y viabilidad económica, permitiendo que el modelo pueda ser implementado en otras comunidades con condiciones similares. Además, la envolvente del edificio incorpora una malla inteligente que contribuye a la restauración del espacio verde utilizado, generando un ecosistema dinámico donde la fauna y flora autóctonas puedan prosperar.

Más allá de su función física, el proyecto propone un cambio en la forma en que las comunidades se relacionan con su territorio. En lugar de una intervención que solo responde a una necesidad inmediata, esta propuesta busca sentar las bases para un modelo de desarrollo en el que las personas sean agentes activos en la construcción de su propio entorno. La arquitectura se convierte en un puente entre tradición e innovación, entre naturaleza y comunidad, entre pasado y futuro.

Así, la iniciativa no solo responde a la urgencia de infraestructura, sino que también redefine el rol del arquitecto en la construcción de un mundo más justo y sostenible. Al replantear las formas de habitar y producir, el proyecto demuestra que es posible crear un futuro donde la arquitectura no sea una carga para el medioambiente, sino una herramienta para su regeneración. Un modelo en el que la acción humana deje de ser sinónimo de destrucción y se transforme en una oportunidad para reparar el mundo.


Project name Ghana Innovation Center


Location Ghana